sábado, 14 de abril de 2012

AL MIGRANTE SE LE TRATA DE CULPAR DE TODOS LOS MALES


Bilbao. Optimista penitente, como lo definió Cristina Blanco, el profesor mexicano Raúl Delgado Wise (Monterrey, 1950) apunta al poder político y a las grandes corporaciones multinacionales como los responsables de los flujos migratorios de alta vulnerabilidad que circundan el planeta al que, además, achacan todos los males que afligen a las maltrechas economías del llamado primer mundo. Por eso les insta a reflexionar sobre las raíces estructurales de la crisis y por visibilizar los aportes beneficiosos de, como él dice, "los migrantes".
Será muy complicado pero ¿podría hacerme una descripción de los flujos migratorios en el mundo?
Existen 214 millones de migrantes internacionales; en el mundo hay 750 millones de migrantes internos. Lo que hace alrededor de 1.000 millones de personas que viven en un lugar distinto al que nacieron; es decir, uno de cada siete habitantes de este planeta es un migrante. La mayoría proceden de los países del sur, de la periferia, de países emergentes. Y lo hacen en condiciones bastante difíciles.
Pero las cosas están cambiando.
Estamos enfrentando una crisis de grandes proporciones, sistémica, en la que es muy fácil encontrar un chivo expiatorio, y normalmente este chivo expiatorio ha sido el migrante. A él se le trata de culpar de todos los males, en lugar de realmente ver las raíces estructurales de esta crisis y visibilizar muchas de las cosas que aporta la migración a los países de acogida.
¿Y cómo se puede avanzar hacia esa transformación que usted propone?
Para la Red Internacional de Migración y Desarrollo [que preside] es muy importante profundizar sobre las causas estructurales de la crisis. Sobre cómo debemos emprender un proceso de transformación social de gran magnitud que nos permita construir un mundo mejor en donde, por supuesto, el migrante no es el causante de la crisis.
¿Y cuáles son esas raíces de las que habla?
Es el afán de lucro de las grandes corporaciones multinacionales que han tejido unas redes globales de capital que atraviesan todo el planeta en busca de fuerza de trabajo barata y de recursos naturales y que han sido un poco la causa de fondo de esta problemática que nos afecta a todos.
Pero ¿cómo afrontamos esa transformación social?
Buscamos una perspectiva incluyente y comprensiva de lo que es el fenómeno migratorio de tal manera que podamos transformar este mundo en un mundo mejor. Trabajamos para ver de qué manera podemos emprender procesos de transformación social que, sobre la base de la cooperación internacional, nos permitan superar este estadio crítico y problemático del que tenemos que tomar plena conciencia.
Tomar conciencia dice. ¿El ciudadano, la clase política, el poder económico?
Hay muchas dimensiones para poder entender la complejidad del fenómeno migratorio. Uno de los ámbitos importantes de nuestro trabajo es contribuir a procesos de transformación social, tratamos de incidir en políticas públicas, participamos activamente en todos los foros mundiales de migración y desarrollo. Todos estos eventos son muy importantes para enfrentar un problema que de suyo es de naturaleza multidimensional. La migración no se resuelve en el seno de un país. Se requieren políticas multilaterales,
¿Naciones Unidas, por ejemplo?
En 2013 tenemos el diálogo de alto nivel donde se tomarán decisiones muy importantes en materia de política migratoria a nivel mundial. Un momento muy importante para repensar la problemática en esta dimensión multilateral.
Las cartas están sobre la mesa...
Si no llegamos a entender las matrices de esta problemática y cambiar… Es difícil entender las migraciones hoy en día sin entender el contexto en que se generan, sus causas,… Y todo esto da lugar a lo llamamos migraciones forzadas.
Y el primer paso ¿cuál sería?
Se requiere darnos cuenta de que este capitalismo mundial comandado por las grandes corporaciones tiene que cambiar. Los gobiernos tienen que tomar fuerza para entender esto y tomar las medidas necesarias para producir transformaciones que nos lleven a un estadio mejor para la Humanidad entera. Esto, por supuesto que es posible, pero también es políticamente complicado.
Complicado pero posible...
En el fondo creo que es un problema político. Un problema de tener claro cuáles son las causas. A veces vivimos mucho en las tinieblas y no nos damos cuenta de dónde están los verdaderos problemas y estamos constantemente buscando chivos expiatorios. Políticamente resulta muy fácil y muy cómodo eso de decir: los migrantes son los que están quitando empleos. Eso es una falsedad. El caso de Estados Unidos: en el crecimiento de la economía en los últimos 30 años, el 32% se debe a los migrantes. Cuando la crisis ha pegado más duro en Estados Unidos ha habido retorno a países de origen por lo tanto no contribuyen al desempleo…
Noticias de Bizkaia. deia.com

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