miércoles, 12 de junio de 2013

EL REGRESO A UNA CASA EXTRAÑA

EL REGRESO A UNA CASA EXTRAÑA


En los últimos cinco años 300 mil niños que vivían en Estados Unidos, hijos de mexicanos sin documentos, han dejado sus ciudades en ese país para venir a vivir a México: los migrantes dicen que EU ya no es un sueño, sino una pesadilla. Los menores no hablan español, extrañan a sus amigos y lo único que quieren es regresar a su país. Este fenómeno ya ha dejado de ser extraño y se ha convertido en un problema que pocos ven.

POR LILIÁN LÓPEZ CAMBEROS. FOTOS EFE, MÓNICA ORTIZ Y ESPECIAL
| DOMINGO, 2 DE JUNIO DE 2013 | 00:10

A Omar le dijeron, cuando tenía siete años, que iba a visitar a sus abuelitos en México. "Vacaciones", fue lo único que pensó. Salieron de Pontiac, Michigan, rumbo a Pastoría, Zacatecas, con la camioneta cargada, repleta de cosas. Manejó su tío, iban en caravana. Su mamá le decía: "Al rato volvemos, al rato". Cruzaron la frontera hacia un nuevo país. Un país con  un anuncio de Corona que decía "Bienvenidos", un país donde  había "gansitos" en las tiendas. Otro mundo.
Pasaron los meses. Lo inscribieron en una escuela primaria en una escuelita de pueblo con pocos salones. Omar no hablaba bien español, se aburría en las clases: ya sabía multiplicar y los demás no iban ni en las sumas. Hacía frío en Pastoría, aunque todo el tiempo jugaba, lo que antes nunca. Pero extrañaba los parques de Pontiac, a su maestra, a su amiga Renata. Empezó a preguntar cuándo volvían. Nada. Insistía, berrinchudo. Hasta que su mamá le dijo: "No nos vamos a regresar ya, hijo, hasta que te puedas ir solo".
Números e historias
En los últimos cinco años 1.4 millones de mexicanos han regresado de Estados Unidos a México. El Pew Hispanic Center, un centro de investigación que se dedica a monitorear los comportamientos de los migrantes y las políticas migratorias en Estados Unidos, dio a conocer el año pasado un dato insólito: por primera vez en cuarenta años la cantidad de los que cruzan es la misma de los que regresan, lo que se conoce como migración cero: el flujo de entrada y salida están parejos.
De los mexicanos repatriados en este lapso, 300 mil eran niños ciudadanos estadounidenses, como Omar . Él nació ahí dos años después de que sus papás migraron ilegalmente. Ellos regresaron, pero él fue removido: un migrante a la inversa. Un niño que es parte de una generación perdida, según Rodolfo García Zamora, el migrantólogo más importante de México, director del posgrado en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas y miembro de la Red Internacional de Migración y Desarrollo. "Las políticas públicas de México hacia los migrantes son tardías, reactivas y parciales. Siempre son ellos los que demandan y proponen, tipo Tres por Uno, tipo programa Paisano, y el gobierno responde lento y tarde", dice. "No hay una política pública que diga cómo vamos a insertar adecuadamente a estos niños, cómo vamos a generar una estrategia de reinserción integral a los niños y sus familias de manera que no les genere la frustración de estar pensando con nostalgia la idea de volverse a los Estados Unidos. Esta es una generación perdida: no tiene la posibilidad de migrar como los padres, pero en México tampoco tiene la oportunidad de un empleo permanente y decoroso".
Si la transición cultural de un niño mexicano que llega a Estados Unidos es problemática, el camino a la inversa puede ser más difícil. "¿Qué pasa con esos miles de niños formados en la cultura estadounidense, monolingües la mayoría de ellos?", insiste García Zamora. "Imagínense ahora niños migrantes oaxaqueños que regresan a comunidades indígenas y que no hablan mixteco ni zapoteco, sino inglés solamente. El grado de disfuncionalidad de esos niños en las comunidades es triplemente más complicado del que se ve en las comunidades mestizas, y no se ha planteado una estrategia federal de reinserción para esos niños".
En Zacatecas, la Secretaría de Educación y Cultura estatal echó a andar un programa de capacitación bilingüe para maestros en 54 escuelas, con apenas unos 150 docentes. Los coordinadores apenas rasguñan el idioma. La educación intercultural, que antes estaba preocupada por el rezago de los hablantes en lenguas indígenas, ahora debe atender un nuevo conflicto: losangloparlantes en México.
Políticas
En julio de 2011 el diario The New York Times publicó un texto que atribuía el descenso de la migración a "mejores condiciones educativas y de trabajo" en México. Y agregaba que la migración se explicaba tanto por el empuje de México como por la atracción de Estados Unidos. Entonces, en su participación en la US Chamber of Commerce, en abril del año pasado, el expresidente Felipe Calderón afirmó que los mexicanos estaban regresando al país porque encontraban más oportunidades aquí.
En el Puente Internacional Número 2 de Nuevo Laredo, Tamaulipas, se puede hacer el siguiente ejercicio: preguntarle a los que vuelven por qué lo hacen. Hay sólo tres respuestas: la migra está dura, no hay trabajo, me deportaron. Las razones para regresar no están relacionadas con México. En pocas palabras: no depende de los ciclos de la economía mexicana.
La situación, además, se complica al regreso. Carlos Franco, delegado regional del Instituto Nacional de Migración, dice que los neolaredenses no ven con buenos ojos a los migrantes que se quedan en Nuevo Laredo y aún menos a los deportados con antecedentes criminales. "El mito más grande es que la bandita que traen indica qué tipo de crimen cometieron: que si es azul es violador; que si es amarilla, asesino. A todos los tachan de criminales porque no entienden que en la ley de Estados Unidos, haber incurrido dos o tres veces de forma regular en una falta equivale a encarcelamiento. Y lamentablemente, los ex convictos son la primera opción de reclutamiento para el crimen organizado".
Guillermo Medrano no es un criminal. Más bien espera, sentado, dentro de su camión de redilas donde hay bultos de ropa regados, electrodomésticos acomodados como Tetris en la caja del camión, bicicletas, juguetes. Viene de Charlotte, Carolina del Norte, rumbo a Naranjos, San Luis Potosí, y dice que ya no va a regresar: "En primer lugar porque, aunque pase ley tras ley, no nos quieren dar ID (identificación oficial) ni licencia. En Carolina hay mucho retén. Ya ni duerme uno a gusto, vas a trabajar con el miedo a que te pare la Policía". Luego dice que el trabajo bajó "desde que tumbaron las Torres Gemelas". Guillermo llevaba más de 18 años viviendo en Estados Unidos y, entre, risas dice: "Prácticamente ya no es un sueño, es una pesadilla americana". En Naranjos pondrá un puesto de jugos y fruta picada, según su plan. Un señor que lo acompaña, callado hasta ese momento, se mete de pronto a la conversación: "Volvemos para ya no ser humillados, pues".
Los tres motivos principales de migración de retorno son los siguientes: un mercado laboral golpeado en Estados Unidos (especialmente el de la construcción, que acogía a 21% de los migrantes ilegales), leyes anti-inmigrantes más duras y tasas de deportación crecientes: 400 mil migrantes anualmente durante la administración de Barack Obama, 60% de estos detenidos en la calle. No hay, pues, sueño mexicano de este lado.
"Como que allá todo era mejor"
Afuera de una iglesia en Silao, Guanajuato, Paulina espera con una señora a que empiece el catecismo. Su mamá trabaja en un huerto no lejos de ahí, y cuando surge la oportunidad de que la entrevistemos, la niña corre por el caminito de tierra junto a la carretera que va rumbo a León —sobre la cual hay decenas de comunidades adyacentes— para buscarla. La mamá aparece después de media hora: no más de treinta, desconfiada, no entiende para qué le queremos hacer preguntas. Después, más tranquila, va respondiendo todo hasta que su historia queda expuesta: su esposo, que tiene una discapacidad, trabajaba en una harinera en Provo, Utah, pero después todo cambió. "Allá ya era igual que aquí: nomás quedaba para comer, renta y las bills (cuentas), además de que mi esposo se despertaba en la noche diciendo que sentía que la migra lo agarraba".
"Era mi cárcel de oro", dice Amalia, la mujer desconfiada de mirada triste. "Aunque los parques están hermosos, las escuelas y los maestros son muy buenos, y hay mucho apoyo, yo me sentía triste. Mis hijas hablaban inglés entre ellas y yo no les entendía; luego lloraba con ellas porque me las discriminaban, les decían 'niñas mexicanas', me sentía sola, sola".
Aunque Amalia intentó integrarse, encontró apoyo en el Centro de la Familia y hasta terminó la preparatoria, en un arranque compró un boleto de avión para ella y sus hijas, y regresó a Silao. Su esposo le mandó dinero por un año, con lo que lograron fincar un terreno y construir su casa. Ahora su esposo trabaja en Maseca. "Todo lo que hicimos ahí se quedó, no se ha podido hacer más con el sueldo que tiene. Apenas sirve para zapatos, comer, uno que otro gusto, compromisos o enfermedad, pero se termina. Por eso él quisiera regresar, para avanzaer con la casa. Y yo también… pero de paseo".
80% de los migrantes repatriados quieren regresar a Estados Unidos, dice Rodolfo García Zamora: "En los últimos 50 años, ante la ausencia de mecanismos internos de promoción económica y social, la migración fue un mecanismo de ascenso. Ahora, con la crisis económica, Estados Unidos ha dejado de ser la válvula de escape histórica".
Existe otro factor en el cual México tiene problemas: "Hoy hay 11.6 millones de mexicanos en Estados Unidos, que han mandado aproximadamente 350 mil millones de dólares (una tercera parte del PIB nacional en 2012) por concepto de remesas", dice Rodolfo García Zamora. "Pero México invirtió lo doble en la formación, la alimentación y la educación de esa población". Para el migrantólogo Raúl Delgado Wise, doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Pensilvania, la migración de la población en edad productiva (el famoso bono demográfico) es la peor inversión para México. Dice que en 2008 los mexicanos en Estados Unidos aportaron al fondo fiscal 52.8 milles de millones de dólares por concepto de impuestos directos al trabajo y de impuestos vía consumo.
El traspaso del bono demográfico, según Delgado Wise, Márquez Covarrubias y Rodríguez Ramírez en el estudio Desarrollo desigual y migración forzada, equivale a una contribución de 430 mil millones de dólares al 2008: "Desde esta perspectiva, es claro que la sociedad mexicana está subsidiando a la economía estadounidense a través de la migración laboral".
Javier Aparicio, profesor investigador del CIDE y experto en economía política de la migración, dice que la recuperación en México se dio en los sectores manufacturero e industrial, que no han sabido absorber a los migrantes repatriados: "Como tienen habilidades distintas de las que se requieren, regresan a lugares rurales, no a las áreas que están creciendo y, por tanto, a la pobreza".
"La crisis nos hizo percibir fenómenos inéditos: la gente de las comunidades mandando remesas a Estados Unidos para que sus familiares no se regresaran", dice García Zamora.
Hasta que se hace de noche, Paulina, la niña escurridiza, escucha la historia que ya escuchó muchas veces. "Como que me acuerdo que allá era mejor", dice. "La mayoría de los niños me trataban bien. Y allá las maestras se dieron cuenta de que necesitaba lentes y un aparato para mis oídos. Cuando llegué ya sabía leer y escribir cuando los demás apenas iban en las vocales". Lo que dice, y cómo lo dice, recuerda demasiado a Omar, un niño que tal vez nunca conozca, que vive en un estado más cerca de la frontera.
Antes de salir de Pastoría, le pregunto a Omar qué extraña más de Estados Unidos. No titubea ni un poco: McDonalds, Burger King y Twilight. Después, en un inglés agringado, el inglés de un prepúber de high school, revela: "Vamos a volver, cuando seamos más grandes, cuando estemos en la prepa. Mi hermano y yo. Vamos a volver".

LILIÁN LÓPEZ CAMBEROS es periodista y escritora. Ha colaborado en diversos medios nacionales. En 2010 fue becaria del Fonca en la categoría de Cuento. Esta investigación fue llevada a cabo con el patrocinio de la organización civil Round Earth Media y en colaboración con Monica Ortiz, reportera de la radio pública estadounidense.


Fuente: http://www.domingoeluniversal.mx/historias/detalle/El+regreso+a+una+casa+extra%C3%B1a-1536

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